Cómo reducir los antojos salados

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Llega la tarde y un insistente antojo de comer algo salado aparece y, al igual que un vaso de agua fría calma la sed en un día caluroso, sientes que la bolsa de papas fritas es tu única opción. ¿Por qué sucede eso? ¿Hay algo que permita satisfacer el antojo de una manera saludable? Sí, […]

Llega la tarde y un insistente antojo de comer algo salado aparece y, al igual que un vaso de agua fría calma la sed en un día caluroso, sientes que la bolsa de papas fritas es tu única opción. ¿Por qué sucede eso? ¿Hay algo que permita satisfacer el antojo de una manera saludable? Sí, ¡claro! Y de eso vamos a hablar ahora. 🙂  

La sal en nuestro día a día

El sodio es el componente principal de la sal y es un mineral necesario para regular la presión arterial. Y, si bien la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda un consumo no mayor a 2 gr de sodio (5 gr de sal – o menos de una cucharadita) a diario en adultos, la realidad es que la mayoría de las personas consumen el doble de lo recomendado (alrededor de 10 gr diarios de sal). 

¿Qué sucede cuando llevamos una alimentación alta en sal? El nivel de sodio en sangre aumenta y, para compensarlo, el cuerpo comienza a retener agua en los vasos sanguíneos, generando un aumento del volumen de sangre en los torrentes sanguíneos. Esto, a largo plazo, puede derivar en una presión arterial alta. Como resultado, el corazón necesita hacer un mayor esfuerzo para bombear toda esa cantidad de fluido por el cuerpo y, con el tiempo, esa presión adicional puede provocar enfermedades cardíacas.

¿Por qué tenemos antojos salados?

Además de algunas enfermedades específicas o por deshidratación, muchos de los antojos por alimentos salados son conductas aprendidas en respuesta al estrés, el agotamiento, el aburrimiento y/o el síndrome premenstrual. #BuenaNoticia: ¡Pueden desaprenderse! A través de decisiones conscientes (¡y algo de esfuerzo!) puedes reducir poco a poco el deseo por los alimentos salados y, al mismo tiempo, ¡mejorar tu salud durante el proceso! 

Aquí te mostramos algunas maneras que podrían ayudarte a normalizar tus antojos por alimentos altos en sal. 

Cómo reducir los antojos de sal

1. Reduce el consumo de alimentos procesados

#DatoCurioso: La mayoría de las personas no nos damos cuenta que consumimos sal en exceso ya que la principal fuente de sodio en la alimentación no proviene del salero. De hecho, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), las fuentes más comunes de sal son los panes, pizza, embutidos, sopas, burritos y tacos, aperitivos salados como papas fritas, pretzels y palomitas de maíz, productos procesados ​​a base de pollo, los quesos y la sal añadida a huevos (revueltos, tortilla francesa/española,etc).  

Consulta tu registro de alimentos de Noom para evaluar cuáles son los alimentos altos en sal que consumes con mayor frecuencia. Una vez los hayas identificado, intenta reducir gradualmente uno de esos alimentos altos en sal durante la semana. Por ejemplo, puedes cambiar los sandwiches por ensaladas, sustituir los embutidos por pollo fresco o pechuga de pavo, reemplazar aperitivos salados empaquetados por unas verduras con salsa (ideas: Guacamole, hummus, pico de gallo). #IntercambiosParaGanar

2. Utiliza un sustituto de la sal

La levadura nutricional, los condimentos sin sal y muchas hierbas y especias pueden agregar el sabor que estás buscando sin el sodio adicional. La levadura nutricional es un producto común entre quienes siguen una alimentación vegana o vegetariana y muchos describen su sabor como a nuez, queso y salado a pesar de no contener sal. ¡Es una gran opción para agregarle sabor a queso a las palomitas de maíz o los huevos!

En el supermercado puedes encontrar una amplia variedad de condimentos sin sal agregada, o incluso con sustitutos de la sal como el potasio. #Importante: Si bien la mayoría de las personas pueden consumir los productos que reemplazan la sal por el potasio, las personas con problemas renales deben evitarlos. Además, ciertos medicamentos pueden interactuar negativamente con los sustitutos de la sal, por lo que es importante consultarlo con un médico antes de consumirlos. #Prevención  

Las hierbas y especias, tanto frescas como secas, también se pueden usar para agregar sabor de una manera saludable, de hecho, las mezclas de especias caseras pueden imitar muchos sabores populares y tradicionalmente salados, como los condimentos para tacos o salsa ranchera. 

3. Prueba con recetas sin sal

Si estás dispuesto a experimentar en la cocina, hay muchas recetas disponibles en internet que pueden ayudarte a satisfacer el impulso de comer algo con alto contenido de sal. ¿Necesitas algo de inspiración? Te compartimos algunas ideas:

4. Sé paciente

Generalmente, luego de 2-3 meses de haber reducido el consumo de sal, las papilas gustativas se adaptan a una alimentación baja en sodio, así como también muchas personas descubren que no necesitan utilizar tanta sal para satisfacer un antojo.

Si estás buscando cambiar tus hábitos, ¡en Noom estamos para acompañarte! Regístrate hoy y obtén tu plan personalizado 🙂