Es normal que la constancia a la hora de hacer ejercicio físico tenga altibajos. Y, si en estos momentos te encuentras en una pausa con tu actividad física, ya sea porque no te sentías bien de salud, te fuiste de vacaciones o simplemente tu agenda estaba muy ocupada, ¡nunca es tarde para retomarlo!
Sabemos que retomar tu rutina de ejercicios puede ser toda una aventura y un desafío, por lo que hemos recopilado cinco consejos para ayudarte:
- Sé amable contigo mismo
Tener una constancia perfecta a la hora de hacer ejercicio no es realista, por lo que saltarse un día (o varios) no significa que seas holgazán. Sé amable contigo mismo e intenta enfocarte en el hecho de que estás listo para retomar el camino.
También, ten presente que el progreso no siempre es lineal, sino que los altibajos en el camino son normales. De hecho, retomar tu rutina de ejercicios hace que estés más activo que ayer, y eso ya es un progreso en sí. Si buscas motivación, dite a ti mísmo lo entusiasmado que te sientes por retomar el camino. 🙂
- Retoma de a poco
Luego de un largo descanso del ejercicio, mucha gente intenta retomar en el mismo nivel donde lo dejó. Sin embargo, es probable que te cueste un poco más hacer lo mismo que venías haciendo: Quizás sientes que el entrenamiento es muy exigente o termines adolorido o te tome un poco más de tiempo recuperarte. Si eso sucede, ten en cuenta que es normal y es parte del proceso de retomar el camino, e intenta no sobreexigirte para evitar lesiones o desmotivaciones que te lleven a dejar tu rutina nuevamente.
La mejor manera de retomar tu rutina es disminuir la duración y la intensidad de tus entrenamientos durante las primeras sesiones. ¡La clave está en permitirle a tu cuerpo que se adapte nuevamente sin lastimarlo! Por ejemplo, puedes empezar con 10 minutos al día e ir incrementando el tiempo e intensidad poco a poco a medida que tu cuerpo se sienta a gusto con el ejercicio.
- Ayuda a que tu cuerpo se recupere
Si bien es normal sentirse adolorido luego de un entrenamiento, no es un indicador de que tu entrenamiento haya sido bueno o no, sino que, probablemente significa que estás incorporando nuevos ejercicios o estás entrenando luego de un buen tiempo.
El dolor es la respuesta del cuerpo al trabajo y el esfuerzo, ¡y no dura para siempre! A medida que regreses a tu rutina habitual, el dolor muscular irá disminuyendo y te recuperarás más rápido para tu siguiente sesión de ejercicios. Para una recuperación más rápida, no olvides hacer un precalentamiento previo a tus ejercicios, así como también a estirar antes y después de cada entrenamiento.
- Prueba algo nuevo
Antes de retomar tu rutina de ejercicios, puede ser de gran ayuda reflexionar el motivo por el cual habías decidido tomarte un descanso. Si, por ejemplo, descubres que el gimnasio no te gusta, quizás sea un buen momento para probar algo completamente nuevo. Realizar ejercicio físico no es solo ir al gimnasio, ¡hay muchas alternativas! Puede que prefieras bailar, salir a caminar o correr, tomar una clase de pilates, spinning o yoga, u otra actividad, ¡permítete probar algo nuevo!
Al elegir una actividad física que te haga sentir mejor y más feliz, las posibilidades de que lo abandones se reducen. 🙂
- Comprométete con alguien
Muchas veces necesitamos rendirle cuentas a alguien o algo que no sea a nosotros mismos para poder seguir motivados y asistir a nuestros entrenamientos. Una forma de motivarse es tener un amigo, compañero de trabajo, familiar, una pareja para hacer ejercicio, o incluso un entrenador personal te puede ayudar. ¡Pedir ayuda aumentará las probabilidades de que tengas éxito! De esa manera podrás mantenerte motivado, ser responsable, cumplir con tu rutina e, incluso, hacer que tus entrenamientos sean más entretenidos.
Luego de una pausa en tu rutina, es muy fácil enfocarse en lo que hubieras hecho en el pasado. En su lugar, enfócate en todo lo que puedes hacer de ahora en adelante, sé gentil contigo mismo y encuentra personas que te motiven a ejercitarse para seguir avanzando.