¿Te has preguntado cuál es el secreto para poder equilibrar la vida personal y el trabajo?¿Cómo convertir una agenda ocupada en una carga más llevadera y liviana? Es muy fácil quedar atrapado en un ciclo de costumbres y responsabilidades. Además, las actividades diarias pueden volverse rutinarias, vanas, dejando de generar interés y motivación.
¿Por qué no redefinir el balance entre tu vida personal y el trabajo para disfrutar más tiempo libre y sentirte más entusiasmado?
¿Cómo? ¡Atención plena! Practicar la atención plena te ayuda a observar la realidad en el momento presente, sin juzgar, con plena apertura y aceptación. Te permite hacer las mismas tareas diarias con mayor energía, más satisfacción y enfocado/a en el resultado.
Concédete el permiso de hacer menos y delegar más, hacer todo a menor velocidad, realizar una tarea a la vez y también decir no de manera amable.
Te mereces tomar un tiempo para ti. Esto es tan importante como lo es cumplir con tus responsabilidades diarias. Antes de comenzar el día y a lo largo de este, consulta contigo mismo, evalúa tu energía, tu estado de ánimo y si realmente estás presente.
La teoría parece fácil ¿cierto? ¡Veamos la práctica! Empieza paso a paso.
Lunes: Observa
Empieza el lunes tomando nota de tus sentimientos, pensamientos y de cómo estos cambian a lo largo del día. Tu entorno está cambiando constantemente. Pon atención plena en los cambios que se van produciendo a tu alrededor a cada momento.
Martes: Prueba
Utiliza tus cinco sentidos mientras comes. Identifica lo que te gusta y lo que no te gusta de lo que estás comiendo en este momento. ¿Cómo responde tu cuerpo a la comida que acabas de comer? Mastica cada bocado lentamente, percibe las diferentes texturas, sabores, temperaturas y aromas.
Miércoles: Escucha
Sé consciente de tus señales de hambre y saciedad. Detecta cuando tu cuerpo anhela el movimiento. Date cuenta cuándo tu cerebro necesita descanso. Saber escuchar atentamente a tu cuerpo y a tu cerebro es una de las habilidades más importantes que puedes poseer.
Jueves: Organiza
Ordena los lugares donde pasas más tiempo. Apunta a la simplicidad. Escribe una lista de tareas pendientes y ordénalas en tareas urgentes y no urgentes. Un espacio ordenado da la bienvenida a una mayor oportunidad para mejorar la productividad.
Viernes: Agradece
Aprecia el ahora. Aprecia los regalos que la vida te brinda cada día. Di «gracias» a diario. Escoge algo por lo que estés agradecido cada día.
Sábado: Visualiza
Imagina lo que te hace más feliz. Visualízate concentrado/a en esta tarea, practicando la atención plena.
Domingo: Haz un plan
Prepárate para que la próxima semana puedas seguir practicando la atención plena. Invierte tus mejores esfuerzos para que puedas dedicarte a estar presente.
Si necesitas más información contacta a uno de nuestros coaches, Noom