En muchas ocasiones cocinar puede resultar aburrido, sobretodo, cuando te encuentras en un proceso de pérdida de peso. Existe cierta tendencia en acabar cocinando siempre lo mismo. Por eso queremos ayudarte a preparar comidas para congelar para que puedas tener una alimentación variada sin temor a desperdiciar tus alimentos. Además, crear una reserva de comidas saludables y listas para llevar, puede ser especialmente útil para esos días ocupados e impredecibles.
¿Cómo funciona la preparación de comidas para congelar?
¡Hay dos maneras de hacerlo! Una forma es cocinar y congelar comidas completas para recalentar y disfrutar; la otra forma es congelar tus comidas por separado (es decir, granos, proteínas, etc).
Puedes estar pensando “bueno pero todo tipo de comida se puede congelar”. En realidad no. Por ejemplo, esa característica crocante o crujiente que experimentas con el pepino fresco no se mantendrá. Los alimentos con un alto contenido de agua (como el pepino) cambian de textura cuando se congelan y descongelan. Aún así, puedes congelar verduras ricas en agua; pero solo si planeas cocinarlas después. Por ejemplo, la espinaca congelada es excelente cocinada con pasta, pero si sólo la descongelas, no lucirá bien en una ensalada cruda.
Algunos consejos para congelar comidas:
- Utiliza recipientes seguros para el congelador: Utiliza un material que no se agriete ni se deteriore cuando se congele, ya que esto ayudará a retener la humedad y evitará la entrada y salida de aire. Las bolsas de plástico resellables y los recipientes de vidrio son los más recomendados para proteger tus alimentos.
- Porciona los alimentos de la forma adecuada: Las porciones más pequeñas se cocinan más rápido y son excelentes para comidas individuales, mientras que las porciones más grandes son útiles para comidas familiares.
- Registra los detalles: Al guardar la comida en el recipiente o empaque, escribe la fecha en que congelaste la comida y las instrucciones de recalentamiento.
- Enfría antes de congelar: Deja enfriar las comidas antes de meterlas al congelador, para evitar que el congelado del alimento se alargue y pueda empezar a descongelar los alimentos que tenga cerca. Una vez que tu comida se enfríe, congela de inmediato para garantizar la mejor calidad en el momento de consumirla.
Comienza con estas recetas
Desayuno
- Tarta de espinacas, queso y huevo
- Panqueques de chocolate
- Panqueques de remolacha
- Waffle de avena y espinacas con frutos rojos
- Tazón de acai
- Tortilla de huevos con vegetales
- Pan integral con semillas
Almuerzo/cena
- Pollo al horno con estofado de garbanzos
- Pizza con base crujiente de calabaza (sin gluten)
- Guisantes con sepia o calamares
- Pollo agridulce
- Salmón con vegetales y salsa de soja
- Sopa de calabaza
- Guiso de pollo con vegetales, champiñones y papas al horno
- Guiso de lentejas con carne
- Salteado de batata (camote), maíz, pimiento y huevo
- Pastel vegano de lentejas
- Batata (camote) con picadillo
Otros alimentos que puedes congelar
Tener estos alimentos previamente congelados puede ahorrarte la mitad del tiempo a la hora de preparar una comida saludable:
- Pan integral, bollos o tortillas
Consejo: Para descongelar el pan previamente congelado puedes ubicarlo directamente en la tostadora.
- Proteína cocida (es decir, hamburguesas, pechuga de pollo)
Consejo: Corta la proteína en trozos más pequeños para un recalentamiento más rápido.
- Verduras
- Granos cocidos (es decir, arroz integral, quinua, etc.)
Consejo: Si estás congelando la pasta, cocínala ligeramente, de este modo se terminará de cocinar a la hora de recalentarla y no se volverá blanda.
¡Feliz preparación de comidas congeladas! Si necesitas más información contacta a uno de nuestros coaches, Noom.