5 maneras en que el sueño podría afectar tu pérdida de peso

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El sueño es considerado como un proceso vital con una función no definida totalmente. Si bien no conocemos todos los misterios de cómo el dormir repara nuestros cuerpos, sabemos que la falta de sueño puede ser perjudicial para nuestra salud de varias maneras. La falta de sueño se ha asociado con varios problemas de salud […]

El sueño es considerado como un proceso vital con una función no definida totalmente. Si bien no conocemos todos los misterios de cómo el dormir repara nuestros cuerpos, sabemos que la falta de sueño puede ser perjudicial para nuestra salud de varias maneras. La falta de sueño se ha asociado con varios problemas de salud como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y obesidad.

Las personas, a menudo, culpan su dificultad para perder peso a sus tendencias a comer cosas dulces o a sus trabajos de escritorio, pero ¿podrían haber más causas?


El sueño es a menudo pasado por alto como parte de la ecuación de pérdida de peso, pero ¡vamos a hacer las matemáticas! Mientras la falta de sueño no es necesariamente la única razón por la cual subiste de peso, hay numerosas maneras por las cuales el sueño podría estar dificultando tu pérdida de peso.

Cuando estamos privados de sueño:

1. Sentimos más hambre
La falta de sueño puede interferir con los ritmos normales de tus hormonas del hambre. Cuando se pierde el sueño, aumentan los niveles de grelina (la hormona que te dice que tienes hambre) y los niveles de leptina (la hormona que te dice que estas lleno) disminuyen, causando que te sientas con mucha hambre.

2. Comemos más cantidad
Cuando estamos privados de sueño comemos más. Algunas investigaciones demuestran que cuando perdemos unas cuantas horas de sueño en una noche, llegamos a consumir hasta 500 calorías más.

3. Elegimos alimentos inadecuados
La falta de sueño aumenta el deseo de comida alta en calorías, y los alimentos poco saludables, tales como papas fritas, pasteles y galletas. Si estás privado de unas horas de sueño por un día o dos, se activaría el centro de recompensa del cerebro con alto contenido de grasas, hidratos de carbono refinados, y alimentos procesados. No es de extrañar que un pastel o dulce se vea extra delicioso la mañana después de haber perdido algunas horas de sueño.

4. Disminuye nuestra actividad física
No sólo estás comiendo más alimentos cuando pierdes sueño, sino también tu actividad física podría sufrir de manera significativa. Las personas que están privadas de sueño, aún sólo unas pocas noches, se ejercitan con menor intensidad, optan por actividades más ligeras y, por lo tanto, queman menos calorías que los que consiguen un sueño reparador.

5. Las rutinas de ejercicio sufren
Tal vez tú piensas que estar despierto por más tiempo a lo largo de todo el día te dará aún más oportunidades para ponerte en movimiento, sin embargo no. La falta de sueño provoca una  sensación letárgica y desesperada para conservar energía. La mayoría de estudios demuestran que cuando la gente pierde el sueño, también se suelen interrumpir las rutinas de ejercicio.

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