¨Un gramo de prevención vale un kilo de cura¨, y esto es cierto cuando se trata de estrés. El mejor enfoque para evitar los efectos negativos del estrés es prevenir el estrés siempre que sea posible.
Hemos reunido nuestros mejores consejos para ayudarte a controlar tu estrés.
Aquí los tienes:
Crea una frase o «mantra»:
Decir «no» puede ser difícil, pero es importante pensar, con anticipación, acerca de las consecuencias de decir “sí”, lo cual te causará estrés no deseado. Intenta crear una frase o «mantra» que puedas utilizar cuando te sientas presionado a hacer algo que no deseas hacer; por ejemplo: «mi corazón dice que sí, pero mi salud dice que no».
Comparte tu carga de trabajo:
Delegar es difícil, pero si alguna vez has dicho «Me gustaría que hubiera más horas en el día», entonces es una habilidad que vale la pena desarrollar. Delegar puede ayudarte a abordar tu lista de tareas pendientes y asegurarte de que haya suficiente tiempo para cuidar de ti. Por ejemplo, tu cónyuge e hijos pueden ayudarte a limpiar la casa, comprar alimentos, preparar comidas y lavar la ropa, o tu compañero de trabajo podría ayudarte con un proyecto en el trabajo. Cuando las personas intentan ayudarte, el ser crítico puede ser una fuente de estrés. En lugar de eso, es bueno ser agradecido y paciente.
Haz una lista de tareas y mantén recordatorios:
Escribe tu lista de tareas en papel. El escribir todas tus responsabilidades y tareas puede ayudarte a sentirse menos abrumado. Incluso con una lista de cosas para hacer, siempre es una buena idea guardar recordatorios en tu calendario, teléfono, escritorio o computadora. Nuevamente, reducir el desorden mental puede ayudarte a sentirte más tranquilo y listo para asumir cada tarea.
Establece metas pequeñas y realistas:
Establecer una meta muy grande puede ser una gran fuente de estrés. Establecer metas realistas que estés seguro de poder lograr, puede provocarte el suficiente estrés positivo, a corto plazo, que necesitas para alcanzar tus metas y objetivos futuros, sin abrumarte.
Busca ayuda:
¿A quién puedes recurrir? Es bueno pedir ayuda a alguien para que sientas apoyo cuando comienzas a sentirse abrumado y necesitas un estímulo adicional.
Actívate más:
Muchas personas descubren que al estar activos se sienten más relajados y hace que sea más fácil manejar situaciones estresantes. Intenta utilizar la actividad física como una manera de prevenir el estrés: puede ayudarte a sentirte relajado y al mismo tiempo mejorar tu salud.
Descansa:
Cuando estás privado de sueño, los pequeños estresores pueden parecer demasiado difíciles de soportar. Dormir bien por la noche puede ayudarte a ser más productivo durante el día y sufrir de menos o manejar mejor el estrés.
Planea por adelantado:
Piensa en el tipo de situaciones que son estresantes para ti. Planifica con anticipación cómo manejar estas situaciones cuando surjan para que no te causen estrés innecesario en el momento, o encuentra formas de evitarlas por completo.
Mantén tus ojos en la meta:
Sentirte incómodo o incómoda en determinadas situación hace que muchas personas se sientan estresadas. A veces, un poco de incomodidad es un medio para lograr un fin mayor. Dar un paso a la vez, enfocándote en una meta, puede ayudarte a prevenir estrés excesivo.
¡Diviértete!:
Tómate el tiempo para hacer algo que disfrutes, cada día. Ya sea leyendo el periódico por la mañana, encontrándote con amigos para el té de la tarde o tomando un baño de burbujas todas las noches, cuida tu cuerpo y mente para evitar que el estrés se acumule con el tiempo.
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Reto 15 días* Hoy has aprendido sobre estrategias para reducir tus niveles de estrés. ¿Qué sueles hacer cuando estás estresado? ¿Qué crees que podría ayudarte a reducir tu estrés? Escribe en la libreta un plan para que cada vez que te sientas estresado puedas tomar acción.
*Este artículo forma parte del reto 15 días que puedes encontrar en Instagram @noom_espanol o Facebook @noomcoachespanol